Hab 7

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«Nos marchamos el 20 de enero de 1984 a las siete y media de la tarde. Había una nevada de casi medio metro. Aquel día llegaron a Jánovas 14 guardias civiles, el gobernador civil y un mandado de Iberduero y cumplieron su amenaza de desalojarnos tantas veces repetida. Cuando llegamos a Campodarbe vimos que la casa que nos habían asignado estaba destrozada y que las tierras que nos habían prometido ya estaban arrendadas. A la mañana siguiente volvimos a Jánovas y … 

habían tirado nuestra casa

14 comentarios sobre “Hab 7

    1. Leonardo, en este caso, además, se cuenta la lucha de David contra Goliath. En una de las fachadas de las viviendas derruidas de Jánovas se lee: «Jánovas era uno de los pueblos más prósperos de la comarca y capital de toda la ribera del Ara hasta que el mastodóntico proyecto de un embalse elaborado en los años 50, acabó por completo y de forma traumática con toda expectativa de vida. Supuso la expropiación y expulsión forzosa de más de 150 familias de los pueblos de Jánovas, Lavelilla y Lacort, a orillas del río Ara, aunque también se vieron afectados Albella, Ligüerre de Ara, Javierre de Ara, Santa Olaria, Burgasé y todos los pueblos del valle de La Solana.

      A principios de la década de 1960 se iniciaron las expropiaciones forzosas y poco tiempo después, ante la negativa de algunos de ellos a marcharse, la empresa empezó a dinamitar las casas vacías sin tomar ninguna medida de seguridad para proteger la integridad de las personas que todavía residían en el pueblo, niños entre ellos.

      A pesar de la prohibición de la inspección provincial de Huesca de clausurar la escuela de Jánovas mientras hubiera niños, Iberduero decidió cerrarla por su cuenta y el 4 de febrero de 1966 un operario de dicha compañía derribó la puerta, sacó a la maestra de los pelos y a patadas a los niños.

      La voladura de las viviendas y el cierre de la escuela hicieron imposible seguir viviendo en Jánovas y en los pueblos circundantes, pero aún así, para acabar con cualquier intento de vuelta, Iberduero destrozó los campos, taló los frutales y olivos, destruyó las acequias y finalmente cortó el agua y la luz.

      Todo esto sin ni siquiera haber comenzado las obras de construcción del embalse, y sin tener claro tanto la empresa concesionaria como el Estado la rentabilidad de dicha obra! Acoso puro y duro.

      Ese clima hostil duró hasta 1984, año en que Emilio Garcés y Francisca Castillo no tuvieron más remedio que abandonar su hogar tras 20 años de resistencia en solitario.»

      Aquí tienes más información.

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